"Antes de". PREVIO ANTES DE AFICHERÍA.

El próximo 3 de octubre votaremos para elegir a las autoridades regionales, provinciales y distritales que nos representarán durante los próximos cuatro años; y, es nuestro deber en esta importante ocasión, reflexionar sobre la decisión que tomaremos.

La pregunta obvia sería la de siempre, ¿por quién votar? Sin embargo como ciudadanos responsables debemos ver más allá de las personas, y empezar a juzgar por las propuestas en base a criterios objetivos, debemos preguntarnos ¿en qué nos equivocamos antes?

Siempre nos quejamos de lo mismo, de la corrupción, los malos manejos, los compadrazgos y los “padrinos”, y muchos prefieren a aquel que “roba pero trabaja”, hay quienes votan por quien promete la cancha o el parque para el barrio, por quien dará trabajo a costa de pagarle una parte del sueldo, o por el que trae al cantante de moda para las fiestas de la ciudad.

Decimos que no hay trabajo, pero dentro de las propuestas sólo hay obras de fierro y cemento, pistas y veredas, trabajo para los obreros de hoy y desempleados de mañana, nadie plantea un verdadero “desarrollo sostenible” con puestos de trabajo estables y productivos (no burocráticos), se gastan millones en romper una y otra vez las mismas pistas, cientos de millones en grandes obras con “grandes coimisiones”, pero nadie plantea proyectos en industria manufacturera, mecánica, textil o agropecuaria; tenemos una Zona Franca apta para industria que sirve para importar vehículos, tenemos Universidades donde los egresados no conseguirán trabajo si no es por su cuenta, pero las municipalidades están llenas de burócratas bien relacionados, y tenemos cientos de millones en el banco, pero no tenemos capacidad técnica de gasto, pues seguimos eligiendo pensando en amiguismos y conveniencias personales, votamos pensando en el “yo” y no en “nosotros” como sociedad.

Nos dejamos influenciar por el mejor lema, la mejor gigantografía, los mejores obsequios, el local más bonito; sin pensar que todo eso no es más que dinero, muchas veces proveniente de negocios oscuros o de colaboradores interesados (grandes empresas) que apuestan por algún candidato, y siempre se trata de las mismas personas, gente adinerada que no piensa en la población, antiguos políticos que ahora son ricos, o gente que se vende por ansias de poder.

Es momento de aprender de nuestros errores, de votar por ideas y no por rostros, no podemos esperar que una persona haga las cosas por todos los demás, es hora de organizarnos y trabajar, de votar con responsabilidad cívica, elegir a los mejores candidatos y participar activamente en el desarrollo de nuestra región, asumamos el desafío pensando en un mejor futuro para nuestros hijos, de lo contrario estamos condenados al fracaso y a los reproches…

“A diferencia de los individuos, los pueblos pueden resucitar”.

Jorge Basadre Grohmann

Rodrigo Osorio.

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